Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2014

San Miguel (Azores). Etapa 7. Regreso a la Península.

Imagen
Pasamos la última mañana en San Miguel paseando por Ponta Delgada. Primero fuimos a ver el Jardín Botánico Antonio Borges , al que nos costó un poco acceder ya que no encontrábamos la puerta. Ponta Delgada tiene varios jardines esplendorosos que crecen exuberantes debido a la climatología de la isla. El jardín Antonio Borges no era muy grande pero estaba precioso, muy bien cuidado y tenía un buen parque infantil, que hizo las delicias de  mi hijo. De allí fuimos al centro comercial de Ponta Delgada, que a parte de una ballena que lo adorna, es idéntico a los centros comerciales españoles...las mismas tiendas de las mismas grandes marcas, y los baños creados por los mismos diseñadores (puedes hacer pis con la misma confianza en Pinto, en Toledo y en Ponta Delgada). La zona que rodeaba el centro comercial era residencial y con mucho mejor aspecto que las callejuelas cercanas al puerto y al fallido casino. Volvimos al centro de Ponta Delgada con la idea de recorrer varias tiendas a

San Miguel (Azores). Etapa 6. En busca de las ballenas

Imagen
Antes de las 9:00 había que devolver el coche de alquiler en el centro de Ponta Delgada y después, a las 9:30, teníamos concertado un viaje en barco para avistar ballenas, por lo que teníamos el tiempo muy justo. Encontramos un aparcamiento en la puerta de la empresa de alquiler de coches, y mi marido cruzó la calle para aparcar, con tan mala suerte que un policía nos recriminó haber incumplido varias normas de tráfico. Pusimos cara de turistas torpes, pero no se le ablandó ni un poquito el corazón hasta que no vio a mi hijo en la sillita de bebé, y solo entonces procedió a guardar la libreta de las multas. Nos disculpamos mil veces, y salimos del trance sin una "receta". Tras este episodio lamentable, y devolver el coche sin más incidencias, corrimos hasta el puerto donde embarcábamos en un pequeño catamarán para buscar ballenas. Lo contratamos con la empresa FUTURISMO , una de las muchas compañías que prosperan en San Miguel al calor del  " whale watching ".