Noruega. Día 2. En aguas turbulentas

A primera hora de un día frío y nuboso, nos dirigimos a las oficinas que Beito-Aktiv, una empresa que organiza clases de ski en invierno y otros deportes de aventura en verano. Nuestra primera intención era hacer rafting, pero ya que el grupo era insuficiente  nos decidimos por el RIVERBOARD. Esta actividad consiste en deslizarse por los rápidos de un río sobre una tabla de aproximadamente un metro de largo y unos 60 cm de ancho.
A las 10:00 de la mañana entramos en la pequeña oficina de Beito-Aktiv donde nos esperaba Thor, que sería nuestro monitor durante la actividad. Para trasladarnos la empresa disponía de una furgoneta bastante cochambrosa, donde nos instalamos cómodamente los cinco, con Thor al volante.
Desde Beitostolen nos esperaba una hora en carretera hasta la zona de Steinholet, bordeando el parque natural de Jotunheimen,  con una intensa niebla, especialmente mientras atravesamos el puerto de Valdresflya:
Valdresflya
Lago Bygdin
Y también pasamos junto al mítico Bessengen del que ya hablaré con detalle en este diario:
Lago Gjende
Pero eso es otra historia...
Finalmente llegamos a la zona del río Sjoa donde íbamos a hacer el Riverboard, no sin que antes yo vislumbrara que con esa temperatura ambiente (unos 14 ºC) y el agua del río proveniente de los glaciares, el asunto no podría acabar bien.
Thor nos invitó a pertrecharnos con un traje de neopreno, zapatillas del mismo material, chaleco salvavidas, casco, aletas y tabla, vamos todo un cuadro.
Y así vestidos nos dirigimos al primer tramo de aprendizaje donde el que más y el que menos aprendió lo que era un Edie, el Main Stream, y a surfear en los rápidos.
El río Sjoa presentaba este maravilloso aspecto:
Estuvimos en la primera zona un buen rato hasta que a criterio del semi-dios, estábamos listos para pasar a una zona  que suponía mayores retos. Para entonces yo tenía ya las manos amoratadas de frío, por lo que abandoné, cambiando la adrenalina por la ropa calentita y seca que me aguardaba en la furgoneta. Ya que me cambié en mitad de la foresta, no dudo que haya un vídeo casero en Internet que ponga de manifiesto las difíciles operaciones que conlleva quitarse el neopreno  (aquí se impone el símil de la la magdalena).
Los demás se enfrentaron a un difícil reto con los auténticos rápidos de Sjoa:

Jorge, David, Cristina y Txiki surfeando en el Sjoa.

Los niños en el agua.

La gran bajada.


Por si fueran pocas emociones Thor nos llevó a unas pozas desde donde se podía saltar a un río de aguas verdes y gélidas, recién salidas de los neveros perpetuos. Sólo Jorge se animó a saltar desde 12 metros de altura, mientras los demás observábamos desde la barrera.
Para terminar y ya todos con la ropa seca puesta, tomamos una sopita caliente de  marca TORO, ya que Thor preparó una chasquita en medio del bosque. Probamos además el café soluble rústico, consistente en poner una tetera en el fuego y una vez empieza a hervir el agua se añade la mitad de un paquete de café soluble y se revuelve con una ramita. El resultado: un café negrísimo con pizpirri, que nos resultó riquísimo y muy estimulante para lo que quedaba de día.
Tras otra hora de vuelta a casa, llegamos a Betiostolen donde Txiki nos deleitó con un estupendo Rissoto Fungi...para terminar el día: Texas Holden y a domir.
Quizá el día más feliz en Noruega.

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