Toscana. Día 2. Pisa-Florencia

Desayunamos tempranito en el hotel, y volvimos al Campo de los Milagros con la idea de dedicarle la mañana a esta zona monumental de Pisa.
Teníamos que organizar cuidadosamente la visita, ya que queríamos ver la catedral, el baptisterio y la torre, y los niños menores de ocho años no pueden subir a la Torre Inclinada (pagina oficial).
Compramos la entrada para la torre, y otra entrada combinada para los otros dos monumentos, en total 20 € por barba. 
Poco puedo aportar sobre la visita artística, pero desde luego el conjunto es impresionante. Primero visitamos el Baptisterio.

                                                                                     Púlpito, Nicola Pisano 1529
Hasta la hora de acceso a la Torre estuvimos descansando en el césped  a la sombra, junto con otros cientos de turistas...muy pronto habíamos descubierto los inconvenientes de la Toscana en agosto, con una ola de calor sometiendo a italianos y viajeros.

Subimos a la Torre de dos en dos, para realizar una visita de 30 minutos. Desde la torre las vistas son estupendas., pero quizá lo más impresionante es observar la inclinación desde dentro de la propia torre.
                                                                   Baptisterio y Catedral desde la Torre de Pisa
Finalmente entramos a ver la Catedral, en la que tuve que ponerme un chal de papel que me facilitaron en la entrada, ya que llevaba una camiseta de tirantes. Aquí descubrí que la parte artística del viaje iba a ser un infierno con un bebé de diecisiete meses...museos, catedrales y otros edificios singulares son muy poco atractivos para mi hijo, con lo cual tuve que reducir estas visitas a la máxima expresión. 
                                                                                         Interior Catedral de Pisa
Tras visitar la Catedral volvimos al hotel a recoger las maletas, ya que viajábamos destino Florencia en tren. En poco más de una hora llegamos a Florencia donde el calor era todavía más sofocante. Nuestro primer objetivo era comprar la Firenze Card, junto a la estación de tren de Santa Maria Novella, en el punto de información turística.

A la hora de comprar la Firenze Card es importante echar cuentas, ya que compensa si vas a ver bastantes museos y si vas en temporada alta turística, porque evitas la mayoría de las colas. Pero si sólo vas a estar un par de días, y tu visita incluye pocos museos, es mejor buscar otras alternativas.
Nuestro hotel estaba en el mismo centro de Florencia, el Hotel Calzaiuoli, fue imposible que los cuatro adultos, las seis maletas y  los dos carritos entráramos en los mini-autobuses que circulan por el centro de Florencia. Finalmente hicimos parte del camino andando, y llegamos al hotel. Más céntrico imposible, con unas habitaciones muy monas pero pequeñas. Resultó ser un gran hotel para visitar Florencia, con todo a mano, y conseguimos un gran precio tres meses antes del viaje.
Esa misma tarde dimos un maravilloso paseo por Florencia, con una preciosa luz al atardecer.
Hércules y Caco, Bandinelli (1525-1534). Plaza de la Signoria
                                                                                                 Ponte Vecchio
Cenamos detrás del Duomo, en Le Bertucce, unas pizzas de masa fina y crujiente, riquísimas, pero el local no tenía aire acondicionado. Barato y delicioso.

PD. Con la ayuda de Tripadvisor y la Lonely, comimos en Florencia estupendamente y muy barato.

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