Día 2. Perigueux. Diario del viaje al Dordoña.
El día no ha salido tan bien como nos hubiera gustado, y hemos perdido casi media jornada en los atascos que nos hemos encontrado en la autovía de las Landas.
Hemos disfrutado de un espectacular desayuno, con más de 10 tipos de mermeladas caseras que prepara la dueña. La más rica la de pimiento rojo, para tomar con embutido y queso.
A las 10 de la mañana salimos rumbo a Perigueux capital del departamento de la Dordoña. Todo va bien hasta que, sin darnos cuenta, quedamos atrapados en un tremendo atasco en la autopista, prácticamente parados, tardamos en hacer hora y media los veinte kilómetros que nos separan de Burdeos.
A las 10 de la mañana salimos rumbo a Perigueux capital del departamento de la Dordoña. Todo va bien hasta que, sin darnos cuenta, quedamos atrapados en un tremendo atasco en la autopista, prácticamente parados, tardamos en hacer hora y media los veinte kilómetros que nos separan de Burdeos.
El plan es comer en Perigueux después de comprar algunas viandas en el famoso mercado de los sábados, pero nos quedamos con las ganas, ya que son las dos de la tarde y estamos atravesando un polígono industrial de Burdeos siguiendo las impagables indicaciones de Google Maps (Alabado sea el roaming). Vemos en el polígono una boulangerie (panadería) donde tomamos una comida rápida y nuestro primer cruasán francés del viaje. El garito se llena rápidamente y nos llevamos la impresión de que google maps está indicando a más conductores este atajo para salir del monumental atasco. Los peques están reventados de tanto coche, pero todavía nos queda un buen tramo, primero a Perigueux y luego a la zona de Beynac donde tenemos el apartamento.
(NOTA: Evitar la autovía de las Landas los fines de semana del verano).
Por fin, un poco más tarde, llegamos a Perigueux, pero nuestro plan de ver el mercado y luego visitar el museo galo-romano de Vesuna quedarán pendientes para otro viaje. Nos limitamos a dar un pequeño paseo por la zona medieval y renacentista de la ciudad. Aquí Alejandra nos deleita con el primer berrinche importante del viaje (exceso de coche, falta de siesta...sí,sí comprendido).
Dejamos el coche en un aparcamiento subterráneo junto a la Torre Mataguerre en el mismo centro, y desde allí continuamos camino recorriendo las calles, y sobre todo las numerosas placitas que hay en cada recoveco. Damos un agradable paseo por la ciudad, que posee un precioso casco antiguo, bien conservado, donde prevalece el color claro de las piedras de sus casas y monumentos. Hay bastante ambiente turístico pero sin agobios, tiendas de comida groumet, sobre todo chocolates y quesos.
Dejamos el coche en un aparcamiento subterráneo junto a la Torre Mataguerre en el mismo centro, y desde allí continuamos camino recorriendo las calles, y sobre todo las numerosas placitas que hay en cada recoveco. Damos un agradable paseo por la ciudad, que posee un precioso casco antiguo, bien conservado, donde prevalece el color claro de las piedras de sus casas y monumentos. Hay bastante ambiente turístico pero sin agobios, tiendas de comida groumet, sobre todo chocolates y quesos.
Catedral de St. Front, Perigueux |
Catedral de St. Front, Perigueux |
Nos vamos con la sensación de que la ciudad bien merece por lo menos pasar una noche en ella. Antes de recoger el coche tomamos una cerveza, un café y dos chocolates en una agradable terracita de Veloc Café. Pero el café además de bastante malo es carísimo, y parece que los camareros nos invitan a irnos para poder cerrar.
Realizamos también una compra en el MONOPRIX, de lo básico para la primer cena y el desayuno.
A continuación salimos al encuentro del río Dordoña, y en aproximadamente una hora llegamos al que será nuestro alojamiento durante una semana en Saint- Vicent-de-Cosse. La pequeña, agotada, nos deleita durante el trayecto con una maravillosa selección de sus llantos desconsolados, fuera de si.
Entorno al río Dordoña sólo se ve verdor: bosques, praderas y cultivos con varios matices de verde. Nuestro apartamento está dentro de las instalaciones del Hotel Domaine du Chateau de Monrecour, y el lugar nos cautiva desde el primer momento.
Entorno al río Dordoña sólo se ve verdor: bosques, praderas y cultivos con varios matices de verde. Nuestro apartamento está dentro de las instalaciones del Hotel Domaine du Chateau de Monrecour, y el lugar nos cautiva desde el primer momento.
Hotel Domaine du Chateau de Monrecour Saint-Vicent-de-Cosse. |
Hotel Domaine du Chateau de Monrecour Saint-Vicent-de-Cosse. |
Hotel Domaine du Chateau de Monrecour Saint-Vicent-de-Cosse. |
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